El día 28 de marzo de 1941, por la mañana, a los cincuenta y nueve años de edad, la escritora Virginia Woolf se ahogó voluntariamente en el río Ouse, cerca de su casa de Sussex. Era un día frío y luminoso. Había dejado dos cartas, una para su hermana Vanessa Bell y otra para su marido Leonard Woolf, las dos personas más importantes de su vida. El texto que acabo de transcribir, sintiendo un inmenso pudor y, al tiempo, la inconmensurable admiración que no dejaré de sentir jamás por esta mujer, es la nota que dejó para su marido.
"Querido:
Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que… Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros.
V."
Eran las once y media aproximadamente y caminó hasta el río apoyándose en su bastón. Al parecer ya lo había intentado anteriormente ya que unos días antes había regresado a casa con la ropa y el cuerpo completamente empapados, después de uno de sus paseos. En aquella ocasión dijo que se había caído, pero seguramente aquel fracaso le sirvió para descubrir que lo que debía hacer era meter una piedra pesada en los bolsillos de su abrigo. Así no volvería a fallar. Y eso fue lo que hizo.
Aunque resulte raro de entender por algunos, yo comprendo a los suicidas, y aunque se piense lo contrario, yo creo que hay que ser muy valiente para atentar contra tu propia vida. La desesperación a la que debe llegar una persona es tal, que acabar con su vida es la unica solución que ven. Son tantas las miserias personales que han vivido en soledad, que debe matarles por dentro.
ResponderEliminarYo en muchas ocasiones me he sentido así, aunque evidentemente no haya dado el paso ni cerca de ello, pero quien sabe lo que pasa por la cabeza de un suicida.
Y los que se quedan lo pasan peor aun, porque deben sentir una culpabilidad angustiosa. Es dicir entender que un ser querido se quite la vida sin que tu hayas podido hacer nada.
Un beso
Alex
No puedo dejar de agradecerte que hayas posteado esta verdadera joya.
ResponderEliminarLas ocupaciones diarias hacen que uno no disponga del tiempo para valorar tantas cosas que valen la pena. Uno se concentra en lo que puede, y a veces en lo que tiene a mano.
Es gracias a personas como vos que uno, deteniéndose un poco, puede acceder a algo tan fuerte e impactante.
que lindo parrafo, vi Las horas, asi q recuerod que suicido. bello.
ResponderEliminarwow, curiosamente hoy me he pasado la tarde leyendo notas suicidas famososas. Me da cierto morbo saber que es en lo que piensa una persona antes de morir por su propia voluntad
ResponderEliminarte mando un abrazo, que estés muy bien
estremecedor, intensamente hermoso, amor con mayúsculas...
ResponderEliminarahora entiendo un poco más por qué eres una persona tan especial, que aprecia las cosas buenas, con maestras así...
a mí también me encanta virginia woolf :)
un besazo
Depresión aguda sufría, pobre.Siempre la he admirado por su faceta de feminista.
ResponderEliminarUn saludo, y buen post, Brilli.
No sabía nada de esta historia! hijo! me quedo a cuadros! pero que elegancia hasta para eso!
ResponderEliminarQue carta más sincera, mas explícita, mas franca. Una mujer admirable, sin dudas. Un abrazo.
ResponderEliminarEs bellísimo su escrito y el tuyo...Virginia W. amó hasta el final ¿no? ¡Qué cosas nos lleva a hacer el amor! No sé si él hubiera preferido seguir cuidandola...no sé, ella tomó su decisión...es complicado pero lo que sí está claro es que ....es AMOR. Besos
ResponderEliminarUna escritora sublime que hasta para morir eligió hacerlo de una forma muy literaria y por una causa más poética aún.
ResponderEliminarBesos.
joer, que historia... pq morir ahogado debe ser terrible, pero ademas suicidarte asi, tiene que ser atroz.
ResponderEliminarPobre. Lo de oir voces debe ser horrible, eh. Lastima que no encontrara ayuda en la psiquiatria, no?.
Bezos
De la Woolf me encanta concretamente "Orlando", que me parece un libro apasionante, aunque "Ms Dalloway" es un prodigio de técnica. Y aunque directamente no tuviera nada que ver con ella, me encanta la película de "Las horas" (bueno, y el libro).
ResponderEliminaresa escritora siempre me ha inquietado, es extraña, igual que su vida pero siempre me ha gustado su forma de expresarse... buena eleccion!!!
ResponderEliminarMuak
...me quedo con 'las horas' una obra que me fascinó, sabía de sus intentos de suicidio, incluso de la piedra en los bolsillos que ayudó pero desconocía el contenido de la nota que emociona incluso décadas después leída por quienes no somos ni su destinatario... una gran mujer, una gran escritora...
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